Leí y releí los párrafos hasta aprendérmelos de memoria. Después tuve la intención de romper la carta ¿Qué sentido tenía guardarla? Pero no pude hacer nada, solo mirarla fijamente y volverla a doblar. Esta vez, la guardé en la cajita donde tengo mis tesoros ¿recuerdas que te hable de ella? Mentí al decirte que guardaría todas las cosas que me regalaste hay, pero ¿quién recuerda las promesas?
Me tiró en mi cama, miro el techo buscando formas, solo encuentro tu sonrisa y tus ojos negros. Suspiró y prendo la computadora, revisó mi Facebook y me pongo triste al saber que no tengo notificaciones tuyas. Ya nunca las tendré, está muy claro para mí.
Revisó mi correo, con la esperanza de encontrar un correo tuyo. No me importa si es spam, solo quiero ver tu nombre y saber que aún existo para ti. Cero, nada que me diga si sigues vivo o no.
En mí terrible desesperación y aburrimiento, busco mis correos viejos. Tardó demasiado en encontrar alguno con tu nombre. Lo abro y leo tantas veces como la maldita carta. Me desespero aún más y abro otro y otro. Uno tras otro, sin leerlos bien siquiera.
Copio y pego todos tus correos en un documento. Le cambio la letra, el color, le pongo imágenes, etc. Todo con el fin de embellecer aún más aquellas palabras, bellas de por sí.
Sigo cantando fuertemente, desgarrándome por completo la garganta y llorando como una demente. ¿Cuándo paso esto? Me digo en mi interior, hace unos momentos estaba perfecta y ahora…esto.
Aviento mis cojines, levanto mis cobijas, hago un desorden mi cuarto, con el único fin de desahogarme. Por fin después de un rato, deje de ser un huracán viviente y me acosté de nuevo en la cama. Tomé mi gran oso de peluche, lo abrace fuertemente y lloré hasta que me dolieron los ojos.
Despierto a mitad de la noche, me alegro de haber reaccionado y haber arreglado todo, o si no mis papás me matarían. Miro a mi alrededor, parpadeo y me acostumbro a la falta de luz. Gruño un poco al ver la hora en mi celular y vuelvo a acurrucarme.
Muevo un poco la almohada y descubro el causante de mi pequeña locura temporal.
Tu carta, mal doblada e incluso rota de una esquina. La tomo entre mis manos, la examino de todos los ángulos posibles, la vuelvo abrir y a leer, no necesito luz para saber lo que dice, la he memorizado. La cierro y ya sin temor alguno, la rompo en mil pedazos.
Ya sé que no vendrás
Todo lo que fue
El tiempo lo dejo atrás
Me tiró en mi cama, miro el techo buscando formas, solo encuentro tu sonrisa y tus ojos negros. Suspiró y prendo la computadora, revisó mi Facebook y me pongo triste al saber que no tengo notificaciones tuyas. Ya nunca las tendré, está muy claro para mí.
Sé que no regresaras
Lo que nos paso
No repetirá jamás
En mí terrible desesperación y aburrimiento, busco mis correos viejos. Tardó demasiado en encontrar alguno con tu nombre. Lo abro y leo tantas veces como la maldita carta. Me desespero aún más y abro otro y otro. Uno tras otro, sin leerlos bien siquiera.
Mil años no me alcanzaran
Para borrarte y olvidarY ahora estoy aquí
Queriendo convertir
Los campos en ciudad
Mezclando el cielo con el mar
Tal vez enloquecí, tal vez estaba tan aburrida que cualquier cosa para distraerme estaría bien, o simplemente tal vez te extrañaba demasiado. De cualquier modo, subí el volumen de mi computadora, seleccione aquellas que algún día fueron nuestras canciones y canto a todo pulmón. No hay nadie en mi casa, una ventaja tremenda con el espectáculo que estoy dando.
Sé que te deje escapar
Sé que te perdí
Nada podrá ser igual
Mil años pueden alcanzar
Para que pueda perdonar
Sigo cantando fuertemente, desgarrándome por completo la garganta y llorando como una demente. ¿Cuándo paso esto? Me digo en mi interior, hace unos momentos estaba perfecta y ahora…esto.
Estoy aquí queriéndote,
Ahogándome
Entre fotos y cuadernos
Entre cosas y recuerdos
Que no puedo comprender
Aviento mis cojines, levanto mis cobijas, hago un desorden mi cuarto, con el único fin de desahogarme. Por fin después de un rato, deje de ser un huracán viviente y me acosté de nuevo en la cama. Tomé mi gran oso de peluche, lo abrace fuertemente y lloré hasta que me dolieron los ojos.
Estoy enloqueciéndome
Cambiándome un pie por
Cara mía
Esta noche por el día
Y nada le puedo yo hacer
Muevo un poco la almohada y descubro el causante de mi pequeña locura temporal.
Tu carta, mal doblada e incluso rota de una esquina. La tomo entre mis manos, la examino de todos los ángulos posibles, la vuelvo abrir y a leer, no necesito luz para saber lo que dice, la he memorizado. La cierro y ya sin temor alguno, la rompo en mil pedazos.
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Hellow..!
Bueeh, aquí de nuevo con un one-shoot. Espero que les guste y lo comenten mucho ñ_ñ'
Perdón si esta algo ¿extraño? pero fue algo que se me ocurrió una noche cuando no podía dormir (algo muy típico en mi estos días) y taraa...! el resultado fue este.
Nos leemos bye bye..!*
PD: Ya son 16 seguidoras, muchas grracias a todas y cada una de ustedes ;)
