− ¿Me perdonas? – preguntó él con su voz sueva y sus hermosos ojos
viendo directamente hacia mí.
− ¿Y después qué? –pregunté indignada − ¿Todo volverá a ser como antes?
Él pareció sorprendido con mi pregunta. Bajó la cabeza y lo pensó
durante un momento.
−Eso depende de nosotros –contestó en un susurro.
En un principio bufé, pero después tuve que pensar muy bien en su
respuesta. ¿Realmente todo volverá a la normalidad? ¿Volveré a amar a este
hombre como lo amé un día?
−Eres una persona muy especial para mí y no quiero perderte. No de nuevo
–dice de pronto, sacándome de mis cavilaciones y tomando mis manos.
−Tú igual eres especial para mí. –Es lo único que se me ocurre decir.
Y es ahí cuando lo supe.
Por primera vez en mi vida, me tragué mi orgullo.
Y aunque debo arrepentirme, no puedo.
Supongo que realmente nunca salió de mi cabeza.
−De acuerdo. Te perdono –le digo con sinceridad.
Una gran sonrisa cruza por su rostro, contagiándome junto con él.
−Gracias
−Que no se repita –digo en parte en broma y parte de verdad. No estoy
para sus juegos de nuevo.
−Nunca –jura y lentamente se acerca para besarme
Y espero confiar en mi instinto y no equivocarme…
Querido corazón:
¿Podemos ir lento
esta vez? No quiero verte roto de nuevo.
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Hola :D
Acá uno de los escritos que salieron de la otra noche cuando me enoje xD Espero que les guste.
Y nada, pronto estará listo el más largo :D Así que nos leeremos pronto.!
Bye bye ñ.ñ
A veces está bien dejar de lado el orgullo. Siempre y cuando realmente valga la pena...
ResponderEliminarUn gran abrazo para ti, Gaby <3
Totalmente de acuerdo con Cami, el orgullo a veces hay que dejarlo atrás ;)
ResponderEliminarHolaaa :) me ha gustado mucho el texto y también me he sentido un poco identificada; como dicen Cami y Tahis a veces hay que dejar el orgullo de lado, aunque solo cuando vale la pena.
ResponderEliminarUn beso!
http://moshaool.blogspot.com.es