“Pero que trauma tan grande tengo” me digo a mi misma, cuando me doy cuenta que es la tercera vez seguida que escucho esa canción. Tarde me di cuenta que mi reproductor está puesto en la función
repetir. Me doy varios golpes en la cabeza y acciono la función
aleatoria. Ahora si no tiene por qué repetirse tantas veces.
Pasan un par de canciones, todas por desgracia hablan de amor. Arg!, ¿es que ya no me queda nada bueno en mi playlist?
Busco con desesperación alguna canción que hable sobre cualquier otra cosa, menos de ese tema tan delicado para mí. Sin querer pongo la canción. Esa que me recomendaste muy emocionado y que yo descargue si haberla escuchado siquiera, solo porque fue recomendación tuya.
Ya estoy curada de mi ex–novio, incluso deseo que sea muy feliz con su novia, aunque probablemente no duren más del mes. No te deseo el mal, pero tampoco te deseo el bien frase que describe esa parte de mi vida. Más sin embargo, la frase clavo que saca otro clavo se adueñó por completo de mi rutina diaria.
La cosa esta así: agrego a un tipo, pensando que es alguien de blogger o fanfiction (ya que en ambas cuentas deje mi correo personal, para cualquier contacto directo conmigo) y resulta ser una persona de la cual no conozco ni su nombre.
“¿De dónde me agregaste?” fue mi grandiosa pregunta, su respuesta me deja con la boca abierta y la respiración entre cortada:
“De la página de Lalo” Y un flashback me viene a la mente: Yo en mis ratos de ocio, buscando actores buenos de doblaje, metiéndome a la página de Lalo, dejando un comentario sobre cuánto me gusta su trabajo como actor y director de doblaje y, por fin, yo dejando mi correo personal.
Platicamos de temas tribales y resulta que tenemos muchas cosas en común, en lo único que diferenciamos es en gustos musicales, pero ¿a quién le importa? Es difícil encontrar a alguien con tus mismos gustos, sobre todo si es del sexo opuesto.
Seguimos conversando y me dice que tiene que irse, pero antes me hace una pequeña sugerencia: “Si me quieres conocer, checa las fotos que tengo en mi Hotmail”, las cuales no veo hasta el día siguiente.
Platicamos varias veces, a menudo hasta tarde. Y cuando más platico con él, más me lamento por no tenerlo cerca. Él vive a 350 kilómetros de distancia, ¿qué cómo lo sé? De nuevo, mis ratos de ocio.
¿Siento amor por él? No, solo cariño, e incluso dudo que sea eso. Lo estimo mucho y desearía que viviera en mi misma ciudad. Imagino que seríamos los mejores amigos, e incluso algo más.
Pero existen dos razones lo suficientemente grandes como para no poder ser más que amigos:
1.- Él es 3 años mayor que yo
2.- Las relaciones a distancia…no funcionan para mí.
Así que solo podemos ser amigos, aunque yo como buena chica, le he mandado un par de indirectas. Tal vez se espante y salga huyendo de mí, o, tal vez, me diga que siente lo mismo por mí.
De cualquier forma, por el momento solo somos amigos. Sí surge algo más…bueno, ya me tendrán aquí escribiendo.
“Es raro el amor. No importa la distancia, el tiempo ni la edad”
---------------------------------------------------------------------------
Hellow..!
Bueeh, antes de que lo piensen, no, esto no es un one-shoot.
Vamos abrir un paréntesis: En México había un programa llamado "Mujer: casos de la vida real" Y si, esto de verdad me paso y me esta pasando. ¿Algún consejo? :/
Nos leemos bye bye..!
PD: Aquí les dejo
la canción, solo por si les da curiosidad.
PD2: Esta en japonés, por eso la deje con subtitulos en español, para que le entiendan :D