lunes, 4 de mayo de 2015

Perdón...

Por no saber perfecto inglés

Por elegir “la peor carrera”

Por querer hacerme un tatuaje

Por traer el cabello desarreglado

Por decir groserías

Por no saber la capital de Bulgaria

Por querer hablar japonés con “acento fingido”

Por enojarme cada vez que tengo hambre

Por preferir libros en lugar de ropa

Por estar horas frente al computador viendo anime

Por encerrarme cada que hay visitas

Por vestir siempre de rayas

Por comer helado todo el día

Por no escuchar canciones “de moda”

Por preferir la noche al día

Por comerme las uñas cada que estoy nerviosa

Por cantar desafinado

Por querer hacerme un septum “y parecer vaca”

Por querer ponerle a mi hija Kea, aunque sea “el peor nombre del mundo”

Por querer viajar a otros países en lugar de conocer el mío

Por ser “una puta materialista”

Por no saber nada de psicología y que me valga mierda.

Perdón por no ser perfecta


Perdón por ser como soy